10 Razones por las que deberías hacer el EIR
No te rindas, que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo- Mario Benedetti.
Hace unos días, visite a los alumnos de enfermería de una
universidad andaluza, con el fin de contar mi experiencia EIR y mi labor como
tutora para la academia que colaboro.
Esta breve visita, me hizo retroceder varios años, 4 para ser
exactos, y volví a verme sentada ahí, en el otro lado. Por un momento, volví a
recordar mis miedos, mis preocupaciones, mis ganas de comerme el mundo. Volví a ver todas
estas emociones reflejadas en la mirada de los alumnos a los que me dirigía, en
sus preguntas y su desconfianza, desconfianza en su potencial.
En el transcurso de la charla, nos enfrentamos mi compañero
y yo a preguntas del tipo “¿Cómo voy a ser yo quien apruebe con la de personas
que se presentan?” “¿Por qué iba a gastar dinero y tiempo en presentarme si
sólo me gusta matrona y no voy a conseguirlo?” “Sólo hay 6 especialidades y no
me gusta ninguna, ¿qué hago?”
En primer lugar decir, tanto a mis alumnos, como a todos los
que se planteen estudiar el EIR que no se trata de una prueba exclusivamente de conocimientos.
Hay que estudiar, sí, y mucho, pero no es la clave. Puedes ser el mejor
estudiante de la carrera, pero si no te crees que puedas conseguir un reto de este
calibre, está claro que no lo lograréis jamás.
Si decides estudiar el EIR, lo decides en mente, cuerpo y
alma, y por tanto me levantaré cada mañana visualizando mi meta con todo lujo
de detalles, me veré cada vez que las fuerzas me fallen pulsando el “enter” en
ese ordenador del ministerio.
Pero, ¿por qué decidí estudiar el EIR? *
(*Experiencia personal
centrada en Andalucía y Extremadura, pero que varía poco del resto de Comunidades)
- Trabajo de larga duración
Cuando acabamos la carrera, normalmente en torno al mes de
junio, nos encontramos con un largo verano de sustituciones. Pero…no tenemos el
título, por lo que no podremos participar en bolsa hasta el próximo año. Una vez conseguimos
entrar en bolsa, si tenemos suerte nos darán algún contrato en vacaciones de verano
y navidad. Eso si has conseguido sumar los 30 puntos de formación para poder
competir con la puntuación base de la bolsa.
El EIR te asegura dos años de trabajo ininterrumpido, con
las mismas condiciones de trabajo del personal fijo (jornada laboral fija+
guardias, centro de referencia, vacaciones, días libres, pagas extra…)
- Formación tutorizada:
Cuando sales de la carrera, si has tenido suerte, has rotado
por un 70% de las áreas donde la enfermería está presente. Tienes una imagen global
del trabajo en cada sector, pero, al menos en mi caso, no me sentía
suficientemente preparada para hacer frente a un trabajo en solitario.
En el EIR, aunque en muchos campos debes adquirir cierta
autonomía, tienes siempre detrás el respaldo de tu tutor, que te guía en todo
momento, alejándote de las malas técnicas o hábitos y ayudándote a potenciar
los puntos fuertes.
- Estabilidad económica
Esta estabilidad por supuesto es relativa dado que dura dos
años, pero te ayuda a probar la independencia económica, a madurar, a
autogestionarte, ahorrar…
Dos años pasan muy rápido, pero se puede sacar mucho
partido.
- Profundizar en la profesión.
Otro de los errores típicos es pensar que, por haber rotado
en período de prácticas por áreas similares, ya lo conocemos todo.
Con el EIR conoceréis programas, proyectos, áreas de
trabajo, consultas nuevas que te darán otro punto de vista de las distintas
especialidades. Incluso los campos ya explorados en tus prácticas, al
conocerlos de cerca, desde la base, cobran un sentido totalmente distinto.
El EIR te ayuda a encontrar tu sitio dentro de la
enfermería.
- Experiencia
Como ya he comentado, tenemos la figura del tutor principal
y tutores colaboradores, que nos guía en nuestro camino de especialización
enfermera. Sin embargo, este hecho no nos aleja de vivir una primera
experiencia laboral en condiciones reales. Aprenderemos a dirigir programas,
pasar consultas, gestionar temas administrativos, de nóminas, contratos, solicitud
de informes, de días de vacaciones...
- Especialización de los cuidados
Ante una creciente demanda de cuidados y consultas, el
sistema debería apostar por una especialización de los cuidados para brindar
unos servicios de calidad.
Poco a poco se van reconociendo las especialidades y creando
bolsas específicas.
- Nuevas alianzas, lugares, formas de trabajo
El camino EIR te abre la puerta a nuevas aventuras, nuevos
lugares que visitar, nuevos compañeros que conocer, experiencias diferentes…
- Formación de calidad
Además de la experiencia laboral, existen cursos y sesiones
clínicas complementarias a la formación práctica, talleres que podremos
impartir incluso nosotros mismos, impulsando nuestras habilidades sociales,
- Congresos
El trabajo de forma continua en el entorno sanitario te
permite recoger mucha información sobre temas de interés, permitiéndote hacer
estudios e investigaciones útiles para compartir en congresos, lo que aumentará tu producción
científica.
Además, por el hospital y los centros de salud, pasan muchos
representantes de marcas sanitarias y farmacéuticas, pudiendo facilitarnos la
asistencia a dichos congresos, enriqueciendo nuestra formación.
- Banco de conocimientos para OPES
Por último, recordar que, en el peor de los casos, la no consecución
de nuestra ansiada plaza, todo el conocimiento adquirido hasta la fecha puede
ser aprovechable. En 2018 se prevé la publicación de multitud convocatorias de
oposiciones, por lo que ya tendríamos gran parte del trayecto recorrido.
El EIR es una carrera de fondo, y sólo aquellos que creen
firmemente que pueden lograrlo, sea cual sea la especialidad elegida, lo logrará.
Pero creerme, se puede, se consigue.
NADA ES IM-POSIBLE.
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