A mi FAMILIA de IVI
Todo suceso tiene un por qué y
toda adversidad nos enseña una lección. El fracaso, sea personal, profesional o
incluso espiritual, es necesario para la expansión de la persona. Nunca
lamentes tu pasado. Acéptalo como el maestro que es.
Robin Sharma, El monje que vendió su Ferrari.
Nos pasamos la vida
pensando en el futuro, en lo que pasará, en lo que tenemos que hacer,
olvidándonos del presente, del momento, de la vida.
Ha pasado una semana desde que decidí decir "hasta luego" a la que ha sido mi casa durante 9 meses. Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena, y ellos se merecen y me apetece que les dedique este pequeño homenaje, ayer, hoy y siempre.
Mi año 2018 comenzó
pidiendo los 3 deseos más cotizados: trabajo, salud y mucho amor, y no puedo
quejarme de que no haya sido un año afortunado, pues mis deseos se cumplieron
con creces, aunque hoy lo miro desde otra perspectiva.
Comencé el año
buscándome la vida, y me encontré con un lugar, donde precisamente
nacía. En abril de 2018, Rafaela González me abrió las puertas de esta fábrica de sueños, abriéndome las puertas a su casa, su familia. Mucho ha
llovido desde ese 4 de abril, compartiendo muchos momentos con la que se ha
convertido MI FAMILIA de IVI ALMERÍA, y con la que aprendí que trabajar no
significa buscarse la vida, si no VIVIRLA.
Hoy puedo decir que mi
profesión, la enfermería, no puedo considerarla que sea un trabajo, y sí que
puedo decir que es una forma de vida, de aprendizaje, de crecimiento personal y
profesional. En enero de 2018 buscaba trabajo para vivir, y hoy he descubierto
que el trabajo, que en mi caso prefiero llamarlo la enfermería, ME DA LA VIDA.
Gracias a Paqui,
Carmen, Luisa, Cristina, Mariló, Noelia, María, Inés, Carmela, Rafaela, Nancy, Estefanía, Laura, Carmen, Yolanda, Ángel, Conchi, Inmacula, Isabel, Miguel e Inma, por hacer que esta experiencia laboral
se convierta en una experiencia de vida, y gracias a muchos de vosotros por apoyarme
en mi nueva etapa, por confiar en mí y seguir acompañándome y formando parte de
ella.
A veces hay que dejar el corazón a un lado y darle una oportunidad a la ambición, a veces hay que arriesgar, salir de la zona de confort, apostar por el todo o nada, pero en esta ocasión siento que he ganado, he ganado amigas, he ganado a grandes personas.
¡INFINITAMENTE GRACIAS!
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